A solo 35 kilómetros de Managua, Catarina se ha convertido en uno de los puntos más visitados del Pacífico nicaragüense gracias a un espacio que combina emprendimiento, naturaleza y comunidad: Heliconias de Nicaragua, un jardín que ha sabido transformar el cultivo de flores en una experiencia turística sostenible.

El lugar abrió sus puertas a finales de septiembre de 2023 y, desde entonces, atrae a decenas de visitantes cada fin de semana. Su oferta no se limita a la venta de plantas ornamentales; aquí, el visitante puede recorrer los senderos, tomarse fotografías entre hileras de girasoles, heliconias y otras especies tropicales, y conocer de primera mano el trabajo de quienes mantienen viva la tradición de la jardinería en esta zona del país.

La iniciativa nació del esfuerzo de Eling Moreno, una emprendedora de la comunidad que decidió convertir su antiguo vivero, “El Buen Samaritano”, en un espacio de encuentro familiar. Con el apoyo de su equipo, el proyecto ha evolucionado para ofrecer recorridos guiados, zonas para descanso y actividades educativas sobre el cuidado y cultivo de plantas.

Heliconias de Nicaragua se ubica a pocos metros de la rotonda de Catarina, un punto estratégico que conecta con el mirador más famoso del municipio y otros atractivos de la región, como el mercado de artesanías y el sendero hacia la laguna de Apoyo. Esta cercanía ha convertido el jardín en una parada obligatoria para quienes buscan un paseo corto desde Managua o una escapada de fin de semana.

El ingreso tiene un costo simbólico de 50 córdobas para adultos, mientras que los niños entran gratis. Durante el recorrido, los visitantes pueden adquirir plantas, disfrutar del paisaje y conversar con los trabajadores del vivero, quienes explican los cuidados básicos de cada especie y el proceso de germinación.

Más allá de su función recreativa, el proyecto impulsa la economía local y fortalece el sentido de identidad de Catarina, conocida por su tradición viverista y su gente dedicada a la tierra. Heliconias de Nicaragua es hoy un ejemplo de cómo el turismo puede florecer desde el trabajo familiar y la conexión con la naturaleza.